Del cuero al curro
- Àlex Soler Fontán - @alexsoler66
- Mar 30, 2016
- 7 min de lectura
¿Cómo es el seguidor del heavy metal moderno en España? ¿Ha decaído el movimiento que arrasó en los 80? ¿El 21% de IVA ha acabado de destrozar un mundo oculto por los medios de masas? No, pero el heavy metal tal como lo conocimos ha evolucionado
“Si a la gente el ver a una persona mayor tocando rock' n' roll no le encaja, simplemente pueden no mirar. Hay gente que mejora con la edad si les importa lo que hacen, y ése es mi caso. Realmente nunca he hecho ésto por dinero, ya que nunca hemos vendido demasiados discos.”
Lemmy Kilmister - Fundador de Motörhead
Suena el despertador, pero nadie se levanta. Dos horas más tarde aparece, un joven parecido a un hombre más típico de la prehistoria que de los actuales 80. Su padre lo mira y niega con la cabeza mientras su hijo se mete en el lavabo. Al salir, su larga melena sigue igual de despeinada, su barba igual de desarreglada pero su cuerpo se ha cubierto de unas vestimentas muy características. Botas de punta de hierro, pantalones tejanos rotos y apretados, cinturón de balas, camiseta con una inscripción ilegible y motivos mortuorios y un chaleco de cuero lleno de parches y chapas, Metallica, Iron Maiden, Whitesnake, Slayer… mucho se puede leer en esa prenda:
- Quítate eso y ponte algo normal- Le dice su padre.
- Me voy a casa del cuervo- Se apresura a contestar él. -Comeré allí-
- ¿Comer? ¡ Pero si son las 4 de la tarde!- Le reprocha su madre.
- Pues cenare allí- Replica el joven dejando la casa donde sus padres le criaron.
Durante esa tarde, el joven y sus amigos pasaron una interesante velada bebiendo cerveza y hablando de sus cosas. Alguien trajo un LP de importación de un grupo nuevo llamado Guns ’N Roses que sorprendió a todos por su sonido. Corriendo, llegó otro amigo con un cartel… Metallica y Iron Maiden tocaban en Barcelona en el festival Monsters of Rock en la Monumental, pero el precio (2.500 pesetas) era demasiado para los jóvenes, que decidieron encontrar la manera de ir. Al volver a casa, con sus padres ya dormidos, el joven heavy pensó de donde podía sacar el dinero. Poco después, intentando conciliar el sueño encontró la manera, podría vender la bici que le regaló su padre por navidad. Así lo hizo y sacó lo necesario para la entrada y los viajes.

Así era la vida de Luis Soler, un hombre de 47 años cuando aún no alcanzaba la mayoría de edad. Él y su grupo de amigos heavies tienen incontables historias de este tipo, unas más bizarras, otras más normales. Así eran los metaleros de los 80, una época que fue dorada para el heavy metal gracias a la explosión de grandes grupos de calidad. Bandas jóvenes, llenas de ganas, y no siempre de talento, que enamoraron a toda una generación. Además, la aparición de festivales como el nombrado Monsters of Rock era muy común. Grandes formaciones de grupos llegaban a una Barcelona que se acostumbró a este tipo de eventos. Sin ir más lejos, el mismo Luis cita grandes conciertos como Barón Rojo, WhiteSnake, Guns ’N Roses, Judas Priest, Barricada, Megadeth… Pero como todo, nada es eterno y debe evolucionar para sobrevivir. El heavy metal y sus seguidores no iban a ser la excepción y han tenido que adaptarse al paso del tiempo y a las bajadas y subidas de la música que les entusiasma.
El heavy metal ha conseguido sobrevivir hasta la actualidad, pero no exento de bajones. Paco Fernández, del grupo español Holy Cuervo y poseedor de una tienda de música, así lo expresa: “El heavy metal era el género musical más vendedor a nivel internacional en los ochenta, y eso evidentemente tuvo su reflejo en España. Como toda moda, tuvo su declive en términos de popularidad, especialmente en los 90, pero en la actualidad se encuentra estabilizado y con buena salud”. En los 90, una serie de consecuencias desencadenó una crisis en el género que mermó su popularidad. El afán vendedor de grandes grupos como Metallica, la nula capacidad creativa de otras bandas consagradas como Iron Maiden, Judas Priest, Saxon, Guns ’N Roses o Motörhead y la aparición de bandas con una idea de metal muy distinta a la original, fueron algunos de los detonantes de la decaída del género. “El heavy metal tiene la suerte de tener los seguidores más leales que existen”, afirma Paco y, ya sea por su casualidad o por la cabezonería de los mismos, el heavy ha aguantado hasta el 2016. Paco sostiene que “Si el heavy metal no hubiera sigo capaz de regenerarse de alguna manera probablemente habría desaparecido.”
No todo fue malo en los 90. Los detonantes de la crisis antes mencionada influenciaron a la creación de bandas jóvenes. Grupos que sí entendían lo que era el metal pero que los 80 les quedaban muy atrás. Estas escuadras crearon nuevos subgéneros dentro del heavy metal que mantuvieron vivo un panorama en decadencia. El power metal, speed metal, death metal, symphonic metal y un largo etcétera de metal surgieron de las cenizas de los dioses caídos del heavy. Paco lo define así: “Han ido apareciendo nuevos géneros, basados en aumentar la velocidad y dureza de la música y el mensaje primero, y luego a base de mezclarse con otros estilos”. Asimismo, ya en los 2000, estas divinidades alzaron la cabeza, se dejaron de experimentos y volvieron a arrollar la escena nacional e internacional dando un puñetazo sobre la mesa y devolviendo al metal la gloria de antaño. Actualmente, el heavy metal es un género bien establecido en el mundo y en España, “sobre todo por la gran cantidad de seguidores jóvenes que vuelve a atraer”.
Oscar Fontán, heavy desde los 80, está de acuerdo con las afirmaciones de Paco Fernández pero añade que muchos de los metaleros que han persistido han aguantado el bajón gracias “a la incansable escucha de los grandes. Quizás no nos planteamos, o nos da pereza, descubrir nuevos grupos, que seguramente serán buenos, y nos encerramos a escuchar los mismos hasta que alguien reviente el panorama”. Oscar es la evolución personificada, antaño fue un melenudo revestido de cuero más en las calles y ahora es esposo, padre de dos hijos y trabajador. Además, lleva el pelo corto. “Hemos tenido que adaptarnos. Antes escuchaba música muy fuerte, movía la cabeza al ritmo de las guitarras y bebía cerveza con mis amigos mientras sonaba Master of Puppets. Ahora, sigo bebiendo cerveza de vez en cuando (risas) pero todo ha cambiado, claro. Antes era un niño y ahora soy un adulto responsable. Eso sí, por la noche cuando vuelvo de trabajar y todos duermen, me enfundo mis cascos y pongo Spotify un rato” afirma Oscar.
Por lo que respecta al heavy joven actual, Ian Fernández, un joven de 22 años, cuenta que “yo estoy contento con mi melena y mi chupa de cuero, pero tengo amigos heavies que se hacen una cresta y llevan un polo del Ralph Lauren (risas). El metal ha cambiado y sus seguidores también. Aun así, yo creo que el heavy se lleva en la sangre y no en la fachada y donde este una buena birra y un buen trallazo es igual de heavy el melenudo que el que no”, sentencia. Así pues, como conclusión se puede considerar que el metalero, igual que su música ha cambiado y se ha modernizado. El antiguo seguidor ha madurado y el nuevo elige el camino original o elige serlo desde la sombra.
En cuanto al panorama nacional actual, hay grandes bandas que se encargan de darle vida al heavy metal. Paco Fernández afirma que “la banda de heavy metal que más actuado en el extranjero en la historia, que más internacionalización han tenido jamás en nuestro país y que con su último disco alcanzaron el #2 de las listas generales de ventas, son Angelus Apatrida, que son jóvenes, están en activo y gozan de un futuro muy prometedor en los cinco continentes. Además de ellos, hay todo un pelotón de bandas de muchísima calidad fichadas por sellos de todo el mundo y tocando en el extranjero tanto o más que en España.” Así pues, el metal en España está bien cubierto por el momento. El principal problema, entonces, no es la falta de grupos de calidad sino la calidad y cantidad de los festivales más importantes del país mermada, sobretodo, por la crisis y los impuestos del país. “Es imposible hacer carteles reuniendo otra vez a Metallica y Iron Maiden. La crisis macroeconómica y los impuestos que graban las actividades relacionadas con la música, recordemos lo más altos de la zona euro, son un problema para absolutamente todos los agentes de la industria musical española, que hace que luchemos en inferioridad de circunstancias a la hora de competir con extranjeros. Sobretodo las giras mediadas y pequeñas son las que se ven más afectadas por la situación actual. Los grandes nombres han seguido pudiendo encontrar ofertas acordes. En cuanto a cuál ha sido el efecto de la crisis en el público, el cierre de empresas, que han sido muchas, relacionadas con la música ha dejado a los seguidores con un tejido cultural dañado; menos sellos, menos discos, menos tiendas, menos conciertos, menos salas, menos medios y por lo tanto, menos bandas y menos música”, responde Paco.
Como último aspecto a destacar, es importante mencionar que la industria musical se ha reinventado para sobrevivir a Internet y a la crisis. iTunes, Spotify… son los ejemplos más claros y, obviamente, el heavy no queda al margen. Como apuntaba Paco, se han cerrado muchísimas tiendas pero hace unos pocos años ha habido un giro inesperado que hace ser optimistas a los que han aguantado la tienda hasta hoy. “El vinilo ha vuelto” sentencia Paco, que añade que “el vinilo se vende más cada día, es una realidad constatada no sólo a través de la venta daría de nuestros discos pero también en Amazon, cuyo artículo más vendido del año en US ha sido un tocadiscos”.
Así pues, el seguidor del heavy metal actual ha cambiado, los hay siguiendo los patrones de vestimenta y comportamiento a rajatabla y los hay de incógnito pero que disfrutan la música como nadie. El panorama nacional goza de una calidad nunca antes vista gracias a muy buenas bandas que, sin tener la popularidad de antaño, sostienen un género poco abrazado por los medios. La crisis se ha hecho notar en los carteles de festivales, que ahora no se pueden permitir una gran aglomeración de bandas top mundiales. Aun así, el vinilo ha se ha disparado y la economía poco a poco mejora, hechos que hacen ser optimistas a los profesionales de la industria y sus leales clientes.
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