Los pseudovalores mediocres del fútbol posmoderno
- Xavi Turu - @Xavituru
- May 26, 2016
- 3 min de lectura
La modernización de la civilización ha avanzado de una forma tan rápida y brusca que
alguna veces se ha querido ir más deprisa de lo debido. En los inicios del fútbol clásico,
aquel que se practica a partir del siglo XIX, lo que realmente importaba era introducir
el esférico dentro de la portería. En esta vida todo ha tenido una evolución y el
balompié no ha sido una excepción. Ahora, inmersos en pleno siglo XXI, el fútbol se ha
transformado en una fábrica no solo de meter goles, sino también en una
manufacturación donde aparecen los valores que puede transmitir este fantástico
deporte. Se empezó a hablar de valores futbolísticos, o dicho de una manera más
cínica, creció la mediatización de los buenos valores, a consecuencia del reinado del
F.C. Barcelona a nivel europeo y mundial. Toda esta excelencia y dominación llego a su clímax más alto de la mano de Josep Guardiola, persona muy apasionada (tal vez
demasiado) de este deporte y con un sentimiento mayúsculo por el club de toda su
vida. Por lo que va de época, el Barça es el equipo más laureado y eso en parte es
gracias a los valores que él aprendió durante toda su carrera y supo absorber a modo
de esponja.
Un club como el Barcelona inculca unos valores y una forma de jugar que no es
plausible en otro lugar del mundo. Este estilo es nuestro (como dirían algunos
catalanes muy acérrimos al equipo culé) y por mucho que quieran etiquetarlo no ha
habido, no hay y no habrá manera de plasmarlo en otra entidad futbolística. Si quieren
que lo intenten, pero esto es una filosofía que ya nació hace muchos años. Es una
entidad propia que lleva un sello catalán y azulgrana.

Todo lo que hace Cataluña ya sea a nivel político, social, económico y/o deportivo
molesta en según que sectores de España. Y por qué molesta tanto se preguntarán,
pues porqué molesta que un país tan pequeño tenga tantas cosas buenas. Volviendo al fútbol y a sus valores, hay que decir que son muchos los equipos que han querido
conquistar y arrebatar esa hegemonía del balón al equipo catalán. Es cierto que cada
uno es libre de jugar de la manera que quiera y al mismo tiempo vender una moto que
casi no tiene ni ruedas. El futbol posmoderno está lleno de farsantes. Algunos de ellos
llegan a conseguir sus metas con sus “valores”, que a la vez no dejan de ser falsos
(pero también respetables). El Real Madrid fue pionero en vender un producto
defectuoso con el señorío blanco y todas esas historia agresivas y perversas que solo
hacían que ensuciar el fútbol y el espectáculo. Escritas por José Mourinho y dirigidas
por Florentino Pérez llegaron a oírse historias perversas de qué ese, el Madrid, era el mejor equipo de la historia del fútbol con sus grandes valores futbolísticos y éticos. Ya claro.
Quiero ir un poco más allá pero a la vez más hacia aquí, dirigirme al presente más
inmediato. Hablando de pseudovalores futbolísticos la medalla de honor a esta
categoría se la podríamos otorgar a Diego Pablo Simeone. Es un ídolo y gran
entrenador, tal vez sí, pero que no nos engañen. El fútbol que practica su equipo no
vende ni transmite valores, es un tramposo. Aquella magnifica historia que nos cuentan de qué ha ganado mucho con un equipo como el Atlético de Madrid, el cual tiene un presupuesto inferior a los dos grandes de la Liga Española ya me lo sé. Eso no lo discuto. Pero dentro del terreno de juego el único valor que delega es el de agresiones, dureza, vehemencia y en la mayoría de los casos violación del reglamento. Que los árbitros lo consientan ya es otro tema de debate. No me voy a explayar en el dónde y en el cuándo han sucedido estos adjetivos que describen los valores del Cholo, lasimágenes están para sintetizarlo de manera más concreta. Como se diría en estos casos, que no nos vendan gato por liebre. Puede ser fútbol y técnicamente y en su globalidad existencial lo es, pero estar fuera del código arbitral para definir al nuevo futbol moderno creo que es y sería un error bastante grave que ensuciaría la esencia de un deporte maravilloso lleno de controversias y opiniones abarrotadas de polemicas.
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